Un día todo cambia,
aunque permanezcas inmóvil,
la vida te sacude.

Te obliga a que te muevas, sea suavemente o a tropezones.

Un día todo cambia,
aunque permanezcas inmóvil,
la vida te sacude.
Te obliga a que te muevas, sea suavemente o a tropezones.
Y cuando todo cambia, sea con una noticia que no esperas o con un acontecimiento drástico…

la realidad se detiene,

te hace sentir que el tiempo no avanza,

y no sabes qué hacer, ¿por qué sucedió?

y te preguntas, ¿y ahora qué?

la realidad se detiene,

te hace sentir que el tiempo no avanza,

y no sabes qué hacer, ¿por qué sucedió?

y te preguntas, ¿y ahora qué?
Nacen preguntas y sensaciones que no sabes ubicar y es cuando entras en un espiral de incertidumbres las cuales no sabes desarrollar pero tampoco sabes a dónde acudir porque tú corazón tiene un vacío que no te deja comer, ni pensar, ni vivir como lo solías hacer.
Los cambios, cuando llegan de golpe, te sacuden en todos los aspectos:
Si te sientes así o lo has sentido, sabes cómo me encontraba yo hace unos años atrás.
Pero jamás imaginé que aunque todo eso lo pudiera conseguir, dentro de mí habían planes diferentes para desarrollar y que si no me escuchaba, me movería quisiera o no.
Y sinceramente, cuando llegó el caos a mi vida no estaba preparada para ser el capitán de mi barco.

Todo comenzó hace 9 años con la muerte de mi primer hijo: una parada cardio-respiratoria fulminante a los 5 días de nacido, muerte súbita.
Para mí también lo fue porque mi vida dio un vuelco de 360º grados. Mi hijo había nacido de una relación estable, llevábamos 9 años juntos buscando un bebé, no teníamos prisas por ser padres pero una vez que llega tu primer hijo te entregas a ese único propósito, jamás imaginas que la vida te lo quitará sin más.
Y una vez sucede eso, cómo explicarte a ti misma que todo lo que sientes debes de retenerlo…
Tu cuerpo estaba preparado para ser alimento, amor, compasión, dedicación, estabas abierta a entregar tu vida a un ser que cuando lo veías eras tú misma, y un día se va, se va y por más que llores no volverá.
Las paredes de mi realidad en ese momento se rompieron pedazo a pedazo.
Soy Liliana Leal
y hoy estoy acá para ayudarte a ti porque he aprendido que:
Que sí hay respuestas, y que sí hay sentido para despertarse cada día. El mío por ejemplo, eres tú, quiero que entiendas que no estás solo, y que siempre hay hacia donde ir y que los miedos pueden llegar a ser tus grandes fortalezas.
Mi vida, después de la muerte de mi hijo trajo más cambios:
Todo el mundo creía que mi vida era perfecta y yo sentía que tenía goteras por todos lados.
En mi camino por resolver todo lo que la vida me iba presentando, he descubierto que:

Y ahora estoy acá, con un objetivo claro que me hace despertar cada día, y ese motivo eres tú, no estás solo y nunca lo has estado, solo que no miras en la dirección adecuada.
Tenemos que permitirnos ver nuestra realidad desde otro ángulo que te haga entender el porqué de lo que te pasa.
Hoy cuento con el conocimiento y la experiencia para ayudarte, no solo porque lo he vivido sino porque me he preparado toda mi vida para ello.
Deja la sensación de abatimiento porque la vida no es como la habías soñado, o porque tienes miedos que no sabes solucionar, o no te arriesgas a descubrir aquello que siempre has querido.
Una vez empiezas con pequeños pasos tu realidad se moviliza y sin darte cuenta empiezas a descubrir y alinearte con tu propósito de vida, la vida se manifiesta en base a tu intención.
Y yo estoy acá para ayudarte a hacerlo realidad. Déjame ayudarte y mostrarte que somos más que lo que vemos, que somos una mente, un cuerpo y un alma que necesitan entrar en armonía para conseguir aquello que te hace sentirte bien.

Regálate una oportunidad de ver la vida con un nuevo contraste, si estás acá es porque el Universo lo ha permitido, contacta conmigo y evoluciona a tu mejor versión, tú lo vales ¡!!!
Accede a una Sesión de Valoración Gratuita en donde podamos conocernos y hablemos sobre cómo te puedo ayudar. Pide Cita online.